nuestra historia

Siendo la tercera generación de ganaderos y viendo el futuro que se le espera al campo y a la ganadería, es cómo empezó todo.

Nuestra ilusión era seguir con la ganadería y quedarnos a vivir en Aísa, pero por otro lado creíamos que había que darle un valor añadido a lo que nosotros producíamos, algo que en generaciones anteriores no se había hecho, allí es donde surgió la idea de comercializar la carne de nuestra ganadería.

Tras mucho esfuerzo, tiempo y dedicación de manera gratuita pero satisfactoria, conseguimos poner en marcha lo que tanta ilusión nos hacía a Miguel y a mí, a raíz de esto, no sin trabas o dificultades. Poco a poco todo fue tirando, comenzamos a trabajar en una sala de despiece compartida, y de momento allí seguimos… Fue allí dónde empezó a forjarse lo que poco a poco vamos consiguiendo.

Yo necesitaba alguien que pudiera ayudarme y quién mejor que Bea, mi cuñada, en aquel momento en paro y con mucho conocimiento en lo que a cocina se refiere. Sin pensarlo, accedió a la oferta y desde 2016 allí estamos, pasando momentos buenos, muy buenos, malos y peores pero siempre saliendo hacia delante.

Tenemos que agradecer mucho a la gran respuesta que nuestro proyecto tuvo en la gente de la zona, gente muy fiel, y que han sabido valorar la calidad que ofrecemos. Poco a poco iban surgiendo ideas como «¿Porque no aprovechamos y hacemos patê?  O guiso o cocinamos el churrasco?…»

La buena compenetración y el entendimiento hicieron que todo eso fuera realidad, y de esta manera aprovechar mejor todas las partes de la ternera. Así hemos estado hasta ahora, nosotras en la sala de despiece y Miguel, y mi hijo con la ganadería, trabajo tan importante o más que el nuestro puesto que el manejo es muy importante para obtener carne de calidad.

Somos gente con ambiciones y ganas de trabajar, así que surge la idea de abrir una tienda en Jaca. Para ello necesitamos a alguien más que nos acompañe en este camino, ¿y quién mejor que Leti, otra de mis cuñadas? Hasta este momento estaba en paro pero con ganas de trabajar en algún sitio fuera de casa, ahora que sus hijas son mayores.

Al igual que Bea no se lo pensó, solo que esta vez la cosa es diferente, hasta ahora yo hacía frente a la empresa, pero creo que después de todo lo que Bea y yo hemos trabajado juntas, lo justo es que las dos podamos disfrutar de tener algo nuestro.

Así que decidimos hacer una cooperativa pequeña en la que Leti, que va trabajar tanto como nosotras, debía de estar y formar parte… Y así es como desde el 1 de Enero de este 2020 Ternera Valle de Aísa pasa a ser una cooperativa pequeña pero con grandes expectativas, las cuales juntas y con la confianza que tanta gente nos demuestra día a día, llegaremos a cumplir nuestro sueño. Gracias a todos

Inma Lafita Ubieto